La ‘U’ sigue acumulando partidos amistosos y dudas. El sistema no termina de cuajar pero la propuesta tiene con qué rendir.
Universtario volvió a presentarse el martes y volvió a dejar presente una sensación de incertidumbre. El profesor Ángel Comizzo está tratando de darle una idea distinta a su nuevo equipo pero, por ahora, sin mucho éxito. Al menos no sostenible a lo largo de noventa minutos. Faltan menos de dos semanas para su debut copero y hay más preocupación que tranquildad de la cancha para afuera, pero tal vez sea una angustia innecesaria. Ya antes Comizzo ha sabido darle vuelta a situaciones deportivas adversas, sin embargo ese no es el principal aval con que cuenta sino el sistema propuesto en sí, en primer lugar, y los rivales que le tocan, en segundo.
Ante Nacional de Paraguay volvió a
plantarse con un 4-3-3 que cuando defiende se hace doble línea de cuatro y que
se torna en un muy interesante 4-1-4-1 cuando se vuelca al ataque. Ese martes,
y aparentemente de aquí en más, el trabajo fuerte recayó en dos jugadores
claves para el buen funcionamiento del sistema: Ángel Romero y Carlos
Olascuaga. El primero volantea junto a los Gonzales, pero mientras que Toño no
sube y Christofer “no baja”, Ángel hace un recorrido largo para recuperar por
derecha y sumarse al ataque por allí mismo. Olascuaga, por su parte, que
empieza de carrilero adelantado por izquierda (o puntero, para ser más claros),
hace una extensa transición desde el costado de Ruidíaz hasta estar al lado de
Antonio Gonzales cuando el oponente tiene la pelota.
¿Ya tienen la idea? Es buena, porque deja a
los especiliastas del gol, Ruidíaz y Martínez (aún debe demostrar) arriba,
donde deben estar, asustando a la
defensa rival. El problema es la ejecución del plan. Entre que los centrales no
han hecho bien su trabajo y que el equipo en conjunto se cansa más rápido que
Rainer, toda la buena voluntad de atacar se diluye con tantas llegadas
peligrosas al área merengue. Y con la falta de gol propio, claro. Figurita
repetida porque Universitario lució muy parecido hace doce meses cuando llegó
su entrenador.
¿Hay con qué pelear la Copa ? No, la Copa no, pero yo digo que el
Grupo 1 sí. Siempre que pueda sostener el ritmo algo más de tiempo, al menos el
doble, y los defensores ganen en aplomo, esta ‘U’ debería ser un equipo algo
mejor que el que vimos en el 2013. Ello debería bastar para ver con moderada confianza
los futuros choques ante Vélez (que no anda bien desde que se fue Gareca), The
Strongest (que históricamente hace flacas presentaciones coperas) y un rival
aún desconocido que esperemos sea Cristal. Si fuera así, luego de mucho tiempo
existiría la posibilidad de que dos equipos peruanos superen juntos la etapa de
grupos; si no fuera el caso y el cuarto integrante resultara el Atlético
Paranaense, es justo decir que dicho equipo brasileño no es de los más
poderosos que hayamos visto.
Con este escenario, más que conservador
pero menos que optimista, Universitario llegará a su debut en Copa. ¿Algo más?
Los rivales que viene enfrentando en amistosos son del nivel de los que
enfrentará en la Copa. Los
resultados no fueron buenos, pero hay un margen de mejora que esperemos sepan
desarrollar.
Diego del Rosario
@ElPelotero6
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