domingo, 6 de abril de 2014

Carritos con alas

Red Bull tuvo la genial idea de organizar el 1er Red Carros Locos 2014 en la bajada Bertoloto. Una colorida carrera de carritos decorados, que eran conducidos con entusiasmo y sonrisas para ofrecer un sano entretenimiento familiar un domingo cualquiera. 

Cuando yo era niño, no hace tanto como alguno sospechará, veía muchos dibujos animados que era la principal diversión para los de mi edad en aquel entonces. Me acuerdo del Festival de los Robots, de Los Imposibles, de Los Beatles, de Cantinflas regalando cultura, y también de mi hermana mirando Candy (ese no era yo, era mi hermana. ¡Mi hermana, dije!). Entre tanta animación, la realidad era que la pasaba más que bien mirando la tele pero especialmente cuando veía los Autos Locos (Wacky Race, en inglés). Esos sin duda eran mis dibujos favoritos y lo siguieron siendo por varios años hasta que aparecieron los Gatos Samurai.

Este domingo, varios años después de disfrutar de las carreras de la Pandilla Metelapata, Penélope Glamour, los Hermanos Macana y otros astros del volante, pude disfrutar junto a mis viejos de una carrera igual de divertida pero en la que nadie pierde. A diferencia de los Autos Locos que tenían de fijo postergado a Pierre Nodoyuna y su fiel escudero Patán; ahora todos ganamos a punta de sonrisas y aplausos para los más atrevidos conductores.
Antes de la carrera me estuve paseando para ver a estos carritos que armaron los entusiastas participantes con motivos de su inspiración o inspirados en diferentes íconos de la cultura popular. Así se podía encontrar a uno hecho Troncomóvil, conducido por los Picapiedra; otro como el Delorean de Volver al Futuro, y lo manejaba el doc Emmett Brown; u otro rosadito que dirigían unas niñas vestidas de Mile Cyrus (si así se escribe y si realmente eran Mile Cyrus y no otra cantante de este siglo). ¿En qué consistía la cosa? Nada del otro jueves: los carritos no motorizados son empujados cuesta abajo y esquivan los  obstáculos que encuentran en el circuito, al estilo del rastafari que salió en Jamaica Bajo Cero. Mucho mérito tiene acabar la pendiente sin sacarse la mugre, aunque más mérito tiene que se la saquen porque eso es lo que la gente quiere ver.

Muchos más de los que esperaba se acercaron a ver esta “carrera” que animaba Renzo Schuller, creo que no exagero si digo que había unas veinte mil personas presentes en el evento. Un golazo de Red Bull que ofreció diversión muy sana y una alternativa más que agradable para salir de la monotonía que nos atrapa a los limeños los domingos. Para la próxima que organicen, igual que ahora, me tomo mi latita que me dé alas y me voy volando a vacilarme con estos Carros Locos.

Diego del Rosario
@ElPelotero6

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