miércoles, 2 de abril de 2014

No juegues con los diablos

 
Menos si son rojos. El ultra favorito Bayern Munich no pasó del 1-1 con los Red Devils del Manchester United en un partido que el local jugó con mucho seso pero no con todo el temple que debió.
 
Yo nunca apuesto a los deportes. No me parece una actividad cuestionable pero es algo que simplemente nunca me ha nacido hacer. A veces me piden pronósticos y tampoco me gusta darlos, salvo que observe una evidente diferencia entre los niveles de los que se enfrentan, pero aún así trato de cuidarme de de hacerme el vidente. Más o menos eso pasaba esta vez con Bayern y Manchester United, buscabas en las diferentes casas de apuesta y no encontrabas quien te pagara más de 1.5 si ibas al triunfo de los bávaros. Error grande, si me preguntan, pues al frente estaba un equipo grande de verdad que venía de un buen envión anímico en Champions y en Premier League.
 
Obviamente existe una distancia de funcionamiento entre uno y otro equipo en esta llave, pero no se me hacía definitiva a priori y mucho menos ahora que ya se jugó el partido de ida. Si me obligan a dar números creo que las posibilidades a absolutamente subjetivas para este servidor son de 65% para los alemanes y 35% para los de David Moyes. Mucha diferencia, sí, pero que le deja un margen importante de victoria para el Manchester United. Y eso lo saben los mismos ingleses.
 
Estoy convencido de que Manchester hizo un gran partido. Mucho se decía durante el partido que Bayern era amplio dominador y que Manchester solo defendía, pero no era cierto. Mucho menos que el gol visitante estaba al caer. Los muniqueses tenían la pelota, pero sus rivales eran los que controlaban el juego, a partir de una defensa ordenada, esperando a un rival que no tuvo muchas ideas y que no podía desarrollar un juego veloz en el pedacito de cancha que se jugó el partido: el que escogió el Manchester. Y ni hablar de que el gol del Bayern se caía de maduro pues De Gea estaba de espectador privilegiado, casi no tuvo trabajo gracias a lo bien que hacían el suyo sus compañeros en la defensa de una línea de cuatro detrás de otra de tres volantes. Los otros dos mediocampistas, los más adelantados, no se apuraban tanto para regresar a formar una línea de cinco. 
 
Una idea excelente, no tan bien ejecutada por los evidentes nervios que tenían (ya les mencioné que eran conscientes de la potencial superioridad de su oponente) per que le dio resultado. Manchester United es un equipo grande, está despertando de su letargo y darlo por muerto es un grave error. No ganó en El Teatro de los Sueños porque se equivocó luego de conseguir una ventaja mínima que le hacía justicia al juego, una ventaja que premiaba al que más había pensado. ¿Cuál fue ese error? Creerse que ya tenía dominado al Bayern y que debía irse al frente por el segundo. Pues no, le convenía seguir haciendo lo mismo porque los alemanes no iban a quedarse replegados, no saben jugar de esa manera, y podía lograr la diferencia de dos en una contra u otea pelota parada. Se fue al ataque y lo empataron en la única jugada en la que su defensa estuvo mal parada (ver que el tercer volante regresaba cuando Schweinsteiger ya había sacado el remate a la red).
 
Hubo nervio en el local cuando iba cero a cero, pero tuvo suerte, y poca precaución cuando sacó ventaja, pero sin la misma fortuna. El partido en Munich debería ser bastante parecido al que vimos hoy, es decir, que Manchester United puedo ganarlo, como casi gana este, y con eso lograría una muy sorprendente clasificación. O bueno, sorprendente para los que miran solo al que juega más bonito, pero que se olvidan que los diablos saben jugar bien.
 
Diego del Rosario
@ElPelotero6

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