Cayó el Real Garcilaso por la Copa Libertadores y no solo cayó sino que se descalabró ante el Defensor Sporting que lo goleó 4-1. La posesión del balón fue casi un monopolio ajeno y se dejó una imagen percudida. Igual no da para matar a nadie.
A los siete minutos de juego ya se le había mencionado entre ocho y diez veces a Pretel. Cuando los colegas de la transmisión, que adquirieron costumbres fernandoniembrescas o marianoclossescas, pronunciaban una y otra vez el apellido del portero celeste todo hacía indicar que Real Garcilaso estaba jugando mal. Una verdad a medias porque Real Garcilaso estaba haciendo lo QUE se le había pedido pero no COMO se le había pedido. No cabe la menor duda que una vez más salió a defender y contragolpear, ¿alguien aún tiene cara para criticárselo? Pero la ejecución del plan no era tan clara porque la pelota volaba con una peligrosísima frecuencia sobre el área de visitante.
En medio de esa abrumadora superioridad local en la posesión del balón, Real Garcilaso encontró un respiro cuando esos de violeta se cansaron de martillar a la defensa cusqueña. Hasta dos veces llegó a rematar al arco (en la primera, los de la transmisión no perdieron la ocasión para sacar un sarcasmo poco pulido) y en la segunda logró anotar luego de hacer gala una vez más de su tesón. En ese momento era más fácil que un León o una Cobra de Esto es Guerra le dijera correctamente cuál es la capital de Birmania que un peruano se animara a criticar el trabajo del equipo de Fredy García.
Hasta ese momento, era un sistema y táctica perfectos: aguantaba como pensó y se puso en ventaja como deseó. Un rato después de eso pudo sostener la idea pues a los locales se les vio nerviosos pues habían tratado por todos lados con suerte nula. Planteamiento y resultado ideal, pero, dicho sea lo justo, la ejecución no era la mejor lograda y el error tenía que caer. Por duplicado, para colmo de males, porque el empate se permite de forma candorosa en la inexistente reacción de la defensa tras el rebote que dio Pretel ante un tiro complicadísimo y la desventaja llegó apenas comenzado el complemento porque entraron pensando en los piojos de Atahualpa. Errores de los jugadores, como también la expulsión innecesaria de Ramúa (que complica bastante el esquema del próximo choque) y la displicencia de todos en el tercer gol porque hasta ahora los estamos esperando para que bajen.
El planteamiento, la idea, estuvo bien. Es lo que a Real Garcilaso siempre le ha dado resultado cuando visita a equipos que no son nada del otro jueves como este Defensor Sporting, por más que le hayan destacado su “magnífico partido” en la señal internacional. La falla fue humana y por completo de los jugadores que cometieron cuatro errores puntuales (tres goles y una expulsión) que dejaron todo patas arriba. El último tanto de ellos llegó solo para adornar el resultado y cuando los garcilasianos ya querían subirse al avión de regreso.
No se trata de crucificar a los jugadores, tuvieron un mal partido y punto. Tienen que reivindicarse ante la U de Chile o complicarán mucho la posible clasificación. Queda claro que mucho menos vamos a criticar hoy en estas líneas al ‘Petróleo’ García quien hizo bien su chamba pero que no tuvo suerte. A veces pasa, ¿no?
A los siete minutos de juego ya se le había mencionado entre ocho y diez veces a Pretel. Cuando los colegas de la transmisión, que adquirieron costumbres fernandoniembrescas o marianoclossescas, pronunciaban una y otra vez el apellido del portero celeste todo hacía indicar que Real Garcilaso estaba jugando mal. Una verdad a medias porque Real Garcilaso estaba haciendo lo QUE se le había pedido pero no COMO se le había pedido. No cabe la menor duda que una vez más salió a defender y contragolpear, ¿alguien aún tiene cara para criticárselo? Pero la ejecución del plan no era tan clara porque la pelota volaba con una peligrosísima frecuencia sobre el área de visitante.
En medio de esa abrumadora superioridad local en la posesión del balón, Real Garcilaso encontró un respiro cuando esos de violeta se cansaron de martillar a la defensa cusqueña. Hasta dos veces llegó a rematar al arco (en la primera, los de la transmisión no perdieron la ocasión para sacar un sarcasmo poco pulido) y en la segunda logró anotar luego de hacer gala una vez más de su tesón. En ese momento era más fácil que un León o una Cobra de Esto es Guerra le dijera correctamente cuál es la capital de Birmania que un peruano se animara a criticar el trabajo del equipo de Fredy García.
Hasta ese momento, era un sistema y táctica perfectos: aguantaba como pensó y se puso en ventaja como deseó. Un rato después de eso pudo sostener la idea pues a los locales se les vio nerviosos pues habían tratado por todos lados con suerte nula. Planteamiento y resultado ideal, pero, dicho sea lo justo, la ejecución no era la mejor lograda y el error tenía que caer. Por duplicado, para colmo de males, porque el empate se permite de forma candorosa en la inexistente reacción de la defensa tras el rebote que dio Pretel ante un tiro complicadísimo y la desventaja llegó apenas comenzado el complemento porque entraron pensando en los piojos de Atahualpa. Errores de los jugadores, como también la expulsión innecesaria de Ramúa (que complica bastante el esquema del próximo choque) y la displicencia de todos en el tercer gol porque hasta ahora los estamos esperando para que bajen.
El planteamiento, la idea, estuvo bien. Es lo que a Real Garcilaso siempre le ha dado resultado cuando visita a equipos que no son nada del otro jueves como este Defensor Sporting, por más que le hayan destacado su “magnífico partido” en la señal internacional. La falla fue humana y por completo de los jugadores que cometieron cuatro errores puntuales (tres goles y una expulsión) que dejaron todo patas arriba. El último tanto de ellos llegó solo para adornar el resultado y cuando los garcilasianos ya querían subirse al avión de regreso.
No se trata de crucificar a los jugadores, tuvieron un mal partido y punto. Tienen que reivindicarse ante la U de Chile o complicarán mucho la posible clasificación. Queda claro que mucho menos vamos a criticar hoy en estas líneas al ‘Petróleo’ García quien hizo bien su chamba pero que no tuvo suerte. A veces pasa, ¿no?
Diego del Rosario
@ElPelotero6
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