Empieza la fase de grupos de la Copa Libertadores y además de Universitario y Real Garcilaso, dos peruanos disputarán el torneo con camisetas uruguayas: Rinaldo Cruzado y Paolo Hurtado. El ‘Caballito’ jugará por Peñarol como hace mucho tiempo lo hiciera don Juan Joya Cordero.
Hoy empieza a rodar la pelota por Copa Libertadores. Es cierto que la primera etapa ya pasó, pero para los que conocemos el certamen continental desde hace más de 20 años, siempre entenderemos esos partidos dobles eliminatorios como un extra a la verdadera competición que, queremos creer, empieza recién con los grupos. Destaca en el Grupo 8 el glorioso Peñarol de Montevideo, cinco veces ganador del trofeo, que espera recuperar el brillo copero que en antaño lo distinguió y hace mucho se opacó. En sus filas se encuentra nuestro compatriota Paolo Hurtado quien espera poder emular el buen paso que tuvieron otros peruanos como Víctor Hurtado y Eduardo ‘Sucre’ Flores. Aquel la rompió en los ochenta y este otro lo hizo en los setenta, antes de que sus inconductas acabaran no solo con su carrera sino también con su vida. Sin embargo, si el ‘Caballito’ quiere ponerse la valla más alta, la que tiene que superar es la que dejó Juan Joya Cordero.
Hoy empieza a rodar la pelota por Copa Libertadores. Es cierto que la primera etapa ya pasó, pero para los que conocemos el certamen continental desde hace más de 20 años, siempre entenderemos esos partidos dobles eliminatorios como un extra a la verdadera competición que, queremos creer, empieza recién con los grupos. Destaca en el Grupo 8 el glorioso Peñarol de Montevideo, cinco veces ganador del trofeo, que espera recuperar el brillo copero que en antaño lo distinguió y hace mucho se opacó. En sus filas se encuentra nuestro compatriota Paolo Hurtado quien espera poder emular el buen paso que tuvieron otros peruanos como Víctor Hurtado y Eduardo ‘Sucre’ Flores. Aquel la rompió en los ochenta y este otro lo hizo en los setenta, antes de que sus inconductas acabaran no solo con su carrera sino también con su vida. Sin embargo, si el ‘Caballito’ quiere ponerse la valla más alta, la que tiene que superar es la que dejó Juan Joya Cordero.
El exquisito y explosivo delantero que se
formó en Alianza Lima no solo defendió con éxito al cuadro mirasol a nivel
local, donde obtuvo el campeonato charrúa seis veces (tres bicampeonatos) en
nueve años, si no que también fue una muy alta figura manya a nivel
internacional. Joya llegó a Peñarol en 1961, luego de un efímero paso por el
River Plate el año anterior, ese en el que el carbonero ganaba la primera
edición de la Copa
Libertadores. Es decir, Joya llegó a reforzar al campeón
continental y sí que potenció al ya poderoso equipo montevideano. En su primer
partido copero enfrentó a Universitario de Deportes en la capital uruguaya y,
muy aliancista él, la mandó al fondo por partida doble en aquella goleada por
5-0. En la semifinal se vio las caras con Olimpia de Paraguay, el finalista de
la edición anterior, y fue quien marcó el primer gol de la serie que ganaría el
manya por 5-2 en el global. En la final ante Palmeiras no anotó, pero ya era
titular indiscutible en equipo de gigantes como Luis Cubilla, Pepe Sacía,
Alberto Spencer, Roberto Matosas que eran dirigidos por Roberto Scarone, el
técnico que los hizo ganar.
Para los años siguientes, Peñarol perdió
protagonismo a manos del Santos de Pelé y del Boca Juniors, que tampoco pudo
superar al Peixé de aquellos años. No estuvo en la Copa del 64 y regresó al año
siguiente para caer en la final ante el nuevo coloso del fútbol sudamericano:
Independiente de Avellaneda. En esa Libertadores, Peñarol al menos pudo darse
el gusto de cobrarse la revancha ante Santos en la semifinal a tres partidos,
en la que Joya anotó un gol en el juego decisivo (el otro lo consiguió Sacía y
el descuento fue de Pelé, nada menos). La final ante Los Diablos Rojos también
fue a tres partidos y Joya también marcó en el tercero de ellos, pero en
aquella oportunidad su equipo cayó derrotado 4-1.
Juan Joya, inamovible en la oncena manya,
volvió a la gloria junto a Peñarol para 1966 y de la mano del legendario Roque
Máspoli. Con un formato diferente para el torneo, el carbonero ganó el Grupo 3
que también conformaba su archirrival Nacional, los bolivianos Wilstermann y
Deportivo Municipal y los ecuatorianos Emelec y Nueve de octubre. En la
semifinal superó a la
Universidad Católica de Chile y al desinflado Nacional que
perdió los dos Clásicos y permitió que el llamado campeón Sudamericano del
Siglo XX dispute su quinta final en seis años. El rival era River Plate, donde
había estado Juan Joya y este no tuvo mejor idea que marcarle el 2-0 que cerró
el primero de los tres partidos que le dieron a Peñarol su tercera Copa
Libertadores y la segunda para la cuenta personal de Joya.
A no olvidar nunca a esta gloria de nuestro
fútbol, “Negro el 11”
como lo bautizó el radial Hebert Pinto por el número que Joya llevaba en la
espalda y la afición a la ruleta del casino que profesaba el locutor. No solo
debe recordársele por tan curioso apelativo si no también por los campeonatos
mencionados que ganó a los que debe sumársele las Copas Intercontinentales
obtenidas ante el Benfica de Eusebio (al que le anotó dos goles en el partido
de vuelta) y el Real Madrid de Paco Gento, al que derrotó de local y visitante.
Es el primer peruano ganador de la Copa Libertadores y de la Copa Intercontinental
y es una figura que escribió con indeleble su nombre en la memoria de los
hinchas de Peñarol por lo que hizo en los tiempos en que era uno de los mejores
equipos del mundo. Incluso jugó partidos amistosos por la selección uruguaya. Juan
Joya es nuestra estrella a nivel continental y probablemente, la más brillante
de todas en la historia.
Diego del Rosario
@ElPelotero6
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