Bayern Munich confirmó la superioridad que lo orlaba en la previa y derrotó 0-2 a domicilio al muy buen Arsenal de Arsene Wenger. Uno de los equipos más fuertes de Inglaterra demostró no tener cómo ni con qué sorprender a los de Guardiola.
Antes que nada, a reconocer la pena que se siente por el Arsenal. Y por su técnico, Arsene Wenger. Más allá de gustos y resultados, este servidor aprecia el estoicismo del técnico de los gunners para jugar siempre igual, respetando la idea y respetándose. Pero tuvo la mala suerte de que le tocara el Bayern Munich en los octavos de final. Ante cualquier otro rival hubiera tenido chances de clasificar, pero no es así con los bávaros.
Ya lo habíamos señalado el martes como el primer candidato a ganar la Orejona en mayo. También apuntamos que iba a sufrir porque, como reconcemos líneas arriba, el Arsenal no es ningún algodoncito de caramelo. De hecho debe ser el rival más complicado que le pudo tocar en el bombo pero eso hace que la sombra de Bayern cubra cada vez a más por el nivel de su víctima de ayer.
La tuvo complicada, cómo no. El Arsenal debe haber visto lo mal que le fue a Manchester City el día anterior por jugar con miedo así que se animó a jugar confiando en sus fortalezas. Y las mostró pues de hecho por ratos metió al Bayer en su cancha, sobre todo el inicio cuando consiguió el penal que luego Mesut iba a despilfarrar. Hasta ese momento y un poco más, Arsenal aguantó y entregó lo que tenía pero no está al nivel de los bávaros.
El Bayern se dio el “lujo” de fallar un penal también. Una muy mala ejecución de Alaba para sumar un par de penales totalmente divorciado del nivel de las acciones en ese primer tiempo. Si bien es cierto que los alemanes contaron con el bonus de que el arquero inglés se fuera expulsado en la jugada previa al penal, no es menos verdadero que ya habían inclinado la cancha en su favor. Para cuando empezó el complemento, los gunners ya estaban de más. La prepotencia física y futbolística que derrocha el Bayern y que exudan sus jugadores sobrepasa a lo que hubiera podido hacer el Arsenal. Dos golazos que ofrecen visa sellada para el sueño de seguir avanzando en este torneo que espera ganar por sexta vez.
Este equipo no nos contradice y con este resultado ya casi que aseguró su clasificación a cuartos. Este Bayern me cae bien; no solo porque gana sino porque juega muy bien, combinando lo físico y lo mental.
Unos panzers artistas es lo que son y como equipo, funcionan igual o mejor que el legendario Barcelona que dirigía el mismo Pep Guardiola. Y eso ya es mucho decir.
Antes que nada, a reconocer la pena que se siente por el Arsenal. Y por su técnico, Arsene Wenger. Más allá de gustos y resultados, este servidor aprecia el estoicismo del técnico de los gunners para jugar siempre igual, respetando la idea y respetándose. Pero tuvo la mala suerte de que le tocara el Bayern Munich en los octavos de final. Ante cualquier otro rival hubiera tenido chances de clasificar, pero no es así con los bávaros.
Ya lo habíamos señalado el martes como el primer candidato a ganar la Orejona en mayo. También apuntamos que iba a sufrir porque, como reconcemos líneas arriba, el Arsenal no es ningún algodoncito de caramelo. De hecho debe ser el rival más complicado que le pudo tocar en el bombo pero eso hace que la sombra de Bayern cubra cada vez a más por el nivel de su víctima de ayer.
La tuvo complicada, cómo no. El Arsenal debe haber visto lo mal que le fue a Manchester City el día anterior por jugar con miedo así que se animó a jugar confiando en sus fortalezas. Y las mostró pues de hecho por ratos metió al Bayer en su cancha, sobre todo el inicio cuando consiguió el penal que luego Mesut iba a despilfarrar. Hasta ese momento y un poco más, Arsenal aguantó y entregó lo que tenía pero no está al nivel de los bávaros.
El Bayern se dio el “lujo” de fallar un penal también. Una muy mala ejecución de Alaba para sumar un par de penales totalmente divorciado del nivel de las acciones en ese primer tiempo. Si bien es cierto que los alemanes contaron con el bonus de que el arquero inglés se fuera expulsado en la jugada previa al penal, no es menos verdadero que ya habían inclinado la cancha en su favor. Para cuando empezó el complemento, los gunners ya estaban de más. La prepotencia física y futbolística que derrocha el Bayern y que exudan sus jugadores sobrepasa a lo que hubiera podido hacer el Arsenal. Dos golazos que ofrecen visa sellada para el sueño de seguir avanzando en este torneo que espera ganar por sexta vez.
Este equipo no nos contradice y con este resultado ya casi que aseguró su clasificación a cuartos. Este Bayern me cae bien; no solo porque gana sino porque juega muy bien, combinando lo físico y lo mental.
Unos panzers artistas es lo que son y como equipo, funcionan igual o mejor que el legendario Barcelona que dirigía el mismo Pep Guardiola. Y eso ya es mucho decir.
Diego del Rosario
@ElPelotero6
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