martes, 4 de febrero de 2014

¿Por qué vemos el Superbowl?


Tal vez sea la seguridad de que el partido se va a jugar pues el Ministerio del Interior no lo va a cancelar dos horas antes por falta de garantías, o el saber que a ningún árbitro lo intentará ahorcar un técnico furioso y que al final del encuentro ningún hincha se meterá a la cancha a increparle a los jueces. Pero hay algo que llama la atención del Superbowl y no es precisamente el deporte que se juega en él.

Definitivamente una realidad tan lejana a la nuestra siempre nos va a llamar la atención. El Superbowl es el evento deportivo máximo para los estadounidenses convertido en un espectáculo ejecutado a la perfección. ¿Y quién mejor que los americanos para armar un show? Desde la entonación del himno, hasta la celebración final, pasando obviamente por el concierto del entretiempo que se realiza en esa misma cancha en la que apenas diez minutos antes estuvieron jugando y diez después lo volverán a hacer. Todo va de acuerdo a lo planificado y ensayado.

Lo curioso es que personas que ven un partido de fútbol americano al año son capaces de sentarse al frente de su televisor por cuatro horas viendo un juego que, en la mayoría de los casos, ni siquiera entienden. Y no, opinar sobre cuántos miles de dólares costaban las entradas, cómo eran las apuestas previas al encuentro y saber las canciones del artista que estará en el mediotiempo, tampoco nos hace muy conocedores.

El atractivo de un evento de esta magnitud es innegable pero ver la final del torneo sin haber visto un partido del mismo antes es como llegar al cine cuando solo faltan cinco minutos de película y comentarla según nos parece el soundtrack que suena en la escena final.

¿Qué sentido tiene estar atentos a la final de un torneo deportivo si este no nos llamó la atención como para verlo desde el inicio de manera regular o al menos esporádica? Considerando que la temporada regular arrancó en setiembre de 2013 es un poco inexplicable que a día 2 de febrero de 2014 pretendamos saber y comentar sobre las reglas y jugadas de un deporte que ante los ojos de alguien no acostumbrado termina pareciendo solo un montón de hombres golpeándose por una pelota ovalada, perdiendo la oportunidad de entender la inteligencia y trabajo físico que en realidad se requiere para ganar al menos un partido.

Hay más en el fútbol americano que cuatro canciones de Bruno Mars. Si ese es el gancho para ver el partido tal vez sea mejor prestarle atención a los Video Music Awards de MTV, total, los Grammy ya fueron la semana pasada.

Rossana Salazar
@rossanasp

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