La semana que pasó se jugó la primera edición del torneo ATP 500 de Rio de Janeiro. Este era sobre arcilla y tuvo como gran atracción la presencia de Rafael Nadal, por lo que no había que ser adivino para predecir que el español se terminaría llevando el título.
Nadal alzó el trofeo de ganador pero estuvo muy cerca de no disputar el partido del domingo. Más que la final del torneo que ganó ante Alexandr Dolgopolov, se recordará la semifinal frente su compatriota Pablo Andújar.
Todavía recuperándose de los problemas de espalda que presentó en la final del Abierto de Australia, que perdió ante Wawrinka, Nadal tuvo un reto en Andújar, que jugó a su máximo nivel, le ganó un set e incluso tuvo dos match-points a favor, pero como la mayoría de oponentes de Nadal en arcilla, se quedó con las manos vacías.
A pesar de los problemas físicos que puede presentar el número 1 del mundo, su nivel y sobre todo su fortaleza mental le alcanzan para vencer a rivales que son de un nivel inferior y que no están preparados para en los momentos claves dar el paso al frente.
Sin embargo, ahora empieza una etapa en la temporada en la que el español tiene muchos puntos por defender debido a los triunfos que obtuvo hace un año, cuando volvía tras recuperarse de una larga lesión, por lo que no tiene descanso, sobre todo con la aproximación de torneos más importantes, como los Masters 1000 de Indian Wells y Miami, en los que encontrará rivales más desafiantes, como Novak Djokovic o Andy Murray.
Por ahora los nuevos retos le siguen trayendo triunfos a Nadal pero esta temporada está recién empezando y el número 1 del mundo no tiene tiempo para pestañear.
Nadal alzó el trofeo de ganador pero estuvo muy cerca de no disputar el partido del domingo. Más que la final del torneo que ganó ante Alexandr Dolgopolov, se recordará la semifinal frente su compatriota Pablo Andújar.
Todavía recuperándose de los problemas de espalda que presentó en la final del Abierto de Australia, que perdió ante Wawrinka, Nadal tuvo un reto en Andújar, que jugó a su máximo nivel, le ganó un set e incluso tuvo dos match-points a favor, pero como la mayoría de oponentes de Nadal en arcilla, se quedó con las manos vacías.
A pesar de los problemas físicos que puede presentar el número 1 del mundo, su nivel y sobre todo su fortaleza mental le alcanzan para vencer a rivales que son de un nivel inferior y que no están preparados para en los momentos claves dar el paso al frente.
Sin embargo, ahora empieza una etapa en la temporada en la que el español tiene muchos puntos por defender debido a los triunfos que obtuvo hace un año, cuando volvía tras recuperarse de una larga lesión, por lo que no tiene descanso, sobre todo con la aproximación de torneos más importantes, como los Masters 1000 de Indian Wells y Miami, en los que encontrará rivales más desafiantes, como Novak Djokovic o Andy Murray.
Por ahora los nuevos retos le siguen trayendo triunfos a Nadal pero esta temporada está recién empezando y el número 1 del mundo no tiene tiempo para pestañear.
Rossana Salazar
@rossanasp
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