Barcelona venció por 4-3 al Real Madrid en el Santiago Bernabéu y convirtió a esta Liga española en una de las más emocionantes en los últimos años. Tanto es así, que si el torneo acabara hoy el Atlético Madrid sería el campeón.
El clásico, como ya es costumbre, cumplió y superó las expectativas. Siete goles, tres penales, una roja, polémicas, destaques, decepciones, los que brillaron, los que opacaron y como resultado: apenas un punto separa a tres equipos en los primeros lugares.
Si el Real Madrid, y la gente en general, pensó que el Barcelona se había olvidado de jugar pues se equivocaron. No está al nivel de hace unos años porque simplemente eso ya pasó. Es ahora más inestable, no tan confiable, más mortal podría decirse, pero eso no significa que estén en crisis y por supuesto que no quita que sean capaces de ofrecer actuaciones para el recuerdo.
Si el Real Madrid pensaba que tenía el partido ganado por cómo llegaban, se equivocó. Era el día para demostrar esa superioridad que parecía tanta y que hoy es mínima o inexistente. Fue un partido con errores y brillos, pero en los blancos predominó lo primero y lo segundo vino solo de Ángel Di María, que fue un verdadero diablo en la primera mitad y junto a Marcelo puso en muchos apuros a Dani Alves. El argentino sirvió los dos goles que Karim Benzema convirtió en el primer tiempo.
Pero un compatriota suyo iba a brillar todavía más. Lionel Messi, que participó de todos los goles de su equipo. Habilitó a Andrés Iniesta para el primero, anotó el segundo, asistió a Neymar para el penal del tercero y lo ejecutó, al igual que el cuarto. Junto a Iniesta fueron las figuras del partido, en contraste precisamente con Neymar, que sigue sin aparecer como se esperaba y que su titularato es visto como una injusticia pues Pedro y Alexis hacen más que él cuando se les da la oportunidad.
Cristiano Ronaldo es la estrella del Madrid, el desequilibrante pero Xabi Alonso es más bien el que equilibra, del que todo arranca, el mariscal de campo. Si él no está bien, todo cuesta más y el domingo fue uno de esos días. No le pudo dar orden y claridad a su equipo, que lo extrañó. Cristiano y Gareth Bale no destacaron, Benzema anotó dos veces pero falló otras tres muy claras. Pepe mostró una vez más esas actitudes que provocan el reproche de hinchas y rivales, mientras que Sergio Ramos fue imprudente en la jugada del penal a Neymar, que aunque el brasileño exageró, el central atropelló de manera irresponsable y dejó a su equipo con diez a falta de casi media hora, condenándolo así a la derrota.
La alineación del Madrid fue la de los últimos meses, pero las actuaciones individuales y colectivas no correspondieron con el equipo que arrasó con el resto de sus rivales. Las quejas al árbitro tampoco corresponden, pues se equivocó para ambos, el penal a Cristiano no debió ser pues la falta fue fuera del área y los del Barcelona dejan dudas.
Los de Carlo Ancelotti luchan por la Liga con el Atlético y Barcelona. En los cuatro partidos contra ellos empataron uno y perdieron tres. En España en caso de igualdad de puntos campeona el que ganó los enfrentamientos directos, el Madrid pasó de ser claro líder a estar segundo y apretado por el tercero, que ahora le lleva la ventaja anímica. Ahí está la deuda de los merengues, que pueden ser campeones de Liga sin haberle ganado a los rivales directos, pero eso no funcionará para conseguir la Copa del Rey o la Champions League.
El Barcelona, por su parte, sale con un envión anímico importante del Bernabéu, recuperó sensaciones que parecían olvidadas y empuja. Lo dicho, la Liga más emocionante de los últimos años.
Rossana Salazar
@rossanasp
se te olvido mencionar q messi es el maximo goleador de los clasicos y el primer jugador de tener un hatrick como visitante en el bernabeu
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