El Manchester United tiró de orgullo e individualidades para vencer por 3-0 al Olympiacos, dándole vuelta a la serie, y clasificar así a los cuartos de final de la Champions League.
La temporada del Manchester United ha sido una tortura para sus fanáticos, semana tras semana fue un golpe tras otro. Derrotas en la Premier League que lo relegaron en la pelea por el título, eliminaciones tempranas e inesperadas de los torneos domésticos como la Copa FA y la Capital One Cup y una clara derrota en la ida de los octavos de final de la Champions. Había muchas razones para pensar que no habría remontada.
David Moyes sorprendió con la titularidad de Ryan Giggs, jugador de 40 años que fue pieza clave. El galés fue el primero en entender el juego que debían hacer. Con la presión que ejerció Olympiacos desde el inicio del partido, lo más inteligente era buscar abrir espacios con pases largos hacia los delanteros y fue así como llegó la primera ocasión de peligro, con un pase de Giggs a Wayne Rooney, que con un cabezazo movió el parante.
El United necesitaba el primer gol para no comenzar a desesperarse. Llegó luego de un penal infantil de Holebas sobre Robin van Persie. El holandés abrió la cuenta desde los doce pasos.
La clave de la remontada del United llegó en el minuto 39. David de Gea se graduó de Superman al salvar con una gran doble parada con los pies su arco. El español atajó primero el remate de Fuster y en el rebote con grandes reflejos despejó el disparo del 'Chori' Dominguez.
Había esperanza. Los jugadores del Manchester sabían que el escudo que llevaban en el pecho merecía más que una eliminación en octavos. Justo antes del descanso, una pelota larga de Giggs, fue aprovechada por Rooney que asistió a Van Persie y el 2-0 ya estaba en el marcador.
El tercer tanto iba a llegar otra vez de los pies de Van Persie, que en el minuto 51 anotó de tiro libre con complicidad del portero Roberto. Quedaron 40 minutos para sufrimiento de los locales, Olympiacos tenía la posesión y llegaba al área rival pero no generó muchas ocasiones de real peligro que la zaga y el arquero no pudieran controlar. Los de Moyes avanzaron así a cuartos de final, donde los esperará un rival que será mucho más fuerte pero haber conseguido el pase evitó un golpe más en la temporada y provocó una alegría que se había hecho esperar.
Dortmund perdió pero avanzó
Borussia Dortmund, que en la ida había ganado por 4-2, cayó por 2-1 ante el Zenit de Rusia pero igual clasificó a los cuartos de final. Sin embargo, el equipo de Jurgen Klopp dejó dudas y además no podrá contar en su próximo partido con Robert Lewandowski, suspendido por acumulación de amarillas.
Los germanos no presentan el mismo potencial que hace una temporada cuando llegaron a la final pero eso no los hace menos peligrosos. Se vienen los cuartos de final de la Champions y todos matarán por seguir avanzando.
Rossana Salazar
@rossanasp
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