Arsene Wenger celebraba hoy ante Chelsea su partido número 1000 al mando del Arsenal. El equipo de José Mourinho lo homenajeó con un 6-0 inapelable, que deja además a los 'gunners' relegados una vez más en la lucha por el título de la Premier League.
Culminada la humillación en Stamford Bridge seguían existiendo las excusas para este Arsenal. Que se quedaron con diez jugadores en el primer tiempo, que no pueden competir con los magnates rusos y árabes que sí invierten en otros equipos, que los jugadores del Chelsea son más consolidados.
Vale recordar que la expulsión de Gibbs contra el Chelsea fue con el partido ya 2-0. Por otro lado, el Arsenal no es un equipo pobre pero es uno que por alguna razón más bien decide no gastar. A inicios de temporada sorprendieron al comprar a Mesut Özil por más de 40 millones pero se olvidaron que si el alemán destacó tanto en el Real Madrid con sus asistencias fue por la calidad de delanteros que tenía delante de él.
Özil pasó de mirar por delante en la cancha a Cristiano Ronaldo a Olivier Giroud, que no es un mal delantero, es muy comprometido con el juego de su equipo pero es claro que no hay punto de comparación. Por si fuera poco, cuando el francés no estuvo no había nadie más en el banco. Los rumores indicaban que querían contratar a Higuaín, Suárez, Cavani pero no llegó nadie y no todos se fueron por los 'petrodólares'. Higuaín está en el Napoli y Suárez en el Liverpool, clubes no más ricos que el Arsenal.
Los enamorados del fútbol del Arsenal señalan que el equipo prefiere mantener un estilo de juego, defienden que ni aunque vayan perdiendo tiran pelotazos o se ponen a pegarle patadas al rival. Dicen que todos los años pierden a un jugador referente pero igual clasifican a la Champions League. Bueno, si ese va a ser el objetivo entonces deberían dejar de compararse con el Chelsea o el City y empezar a hacerlo con el Everton o Tottenham. Y el gran premio de clasificar a la Champions no otorga medallas, mucho menos cuando se trata de un torneo que nunca han podido conquistar.
La realidad es que el Arsenal no gana un título desde 2005, 9 años sin alzar un solo trofeo. Además en esta temporada han caído de manera más que categórica contra los llamados grandes. El City le propinó un 6-3, el Liverpool un 5-1 y ahora el Chelsea el 6-0. Sin contar que ni siquiera le han podido ganar al Manchester United, que afronta su peor temporada en más de 20 años. Si no puede competir contra los rivales directos, cómo esperan pelear la Premier League.
Dicen que juegan bonito, que sus jugadores tienen calidad y se adaptan al estilo pero resulta que esos futbolistas que salen del equipo en busca de gloria, nada más natural en un competidor, se adaptan también a los otros equipos, ya sabe, esos que sí ganan títulos. Bastaría con preguntarle a Cesc Fábregas, Robin van Persie, Samir Nasri, entre otros.
Tal vez Wenger debería venir a la selección peruana. Acá todavía celebramos los tacos, túneles y gambetas por más intrascendentes que sean. Por obtener resultados no se tendría que preocupar tampoco, nosotros aplaudiremos el hecho de competir pero sobre todo, eso sí, jugar lindo.
Rossana Salazar
@rossanasp
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